Ayer día 30 de diciembre de 2010 fue el último día en que se podía enviar a revelar un rollo de película Kodachrome, una de las más míticas dentro de este tipo de fotografía. Después de 75 años fabricada de forma ininterrumpida, y con millones de fotos a sus espaldas, muere uno de los referentes de la fotografía de carrete.
Nos abandona una película que se distinguía sobretodo por su calidad y la representación de los tonos rojos, y a la cual incluso Simon & Garfunkel dedico una canción homónima. Película de diapositiva usada tanto por profesionales como aficionados, en estos últimos tiempos solo había un laboratorio que lo revelara, Dwayne´s Photo en Texas, a la cual llegaban los carretes de Europa previamente enviados a Lausana, de lo que se encargaba Kodak. Por su complicado proceso de revelado solo era posible conseguir el revelado de esta forma, por lo que el echo del cese de su revelado, junto al cese de su producción, hace que los afortunados poseedores de un rollo de dicha película posean un pedacito de historia, que salvo milagro, permanecerá virgen en sus colecciones, sirviendo ya únicamente como recuerdo de su gloria pasada.
Es triste conocer noticias así, ya que podría convivir perfectamente con la fotografía digital, contando los muchos adeptos a esta película, pero una vez más el vil metal hace desaparecer una muy útil herramienta a la que le podrían quedar muchos años de vida aun.
Kodachrome † 1935-2010 Descanse en paz.
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