Esta mañana, en los juzgados de Vía Alemania de Palma de Mallorca, le ha sido requisado por parte de la policía y por orden judicial el teléfono personal del periodista Kiko Mestre, que había accedido a una pieza secreta del caso Cursach. 

A las 16h se han personado en la redacción de «Diario de Mallorca», también por orden judicial, con intención de requisar documentación y ordenadores de Kiko Mestre, a lo que se han negado la jefa de redacción y el propio periodista.

Europa Press también ha recibido la visita de tres agentes y una secretaria judicial, y han exigido a la periodista que cubre información relacionada con el caso Cursach que entregase cualquier documentación sobre la macrocausa de la Policía Local. 

La redactora se ha acogido a su derecho profesional a no revelar las fuentes y los agentes le han negado contactar con los servicios jurídicos de la empresa. Por ello, amparándose en el mandato judicial, los agentes se han llevado su teléfono móvil personal, dos ordenadores de la empresa y varios documentos en papel con el objetivo de determinar el origen de una filtración.

Según consta en el auto del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, se investiga un delito de descubrimiento de secretos, a instancias de los abogados de Bartolomé Cursach, Bartolomé Sbert y el Ministerio Fiscal. Según han informado los funcionarios policiales, Europa Press no está siendo investigada.

Ambos medios de comunicación han expresado su malestar y han reiterado su compromiso con la libertad periodística i la protección de las fuentes.

En cuanto la noticia ha trascendido, las redes no han tardado en mostrar su rechazo ante un ataque a la libertad de prensa, y la persecución de unos profesionales en el ejercicio de su profesión.

Son muchos los mensajes de apoyo que están recibiendo desde diferentes partes y a través de diferentes medios, e incluso los hay que tiran de ironía en su reacción a la noticia.